En nuestra familia, en nuestro grupo de amistades, en donde sea: todos conocemos a algún fan de la nostalgia. Una de esas personas que prefiere renegar del progreso, que afirma que antes se vivía mejor, que tanta tecnología nos corrompe, etcétera, etcétera. Pero incluso ellos, lo reconozcan o no, acaban por abrazar los avances tecnológicos que hacen nuestras vidas más fáciles. Incluso ellos acaban por decir sí ante posibilidades como las ofrecidas por los servicios de transcripción de audio a texto.
La externalización de la transcripción de audio a texto es un elemento relativamente reciente. Ya sea en formato software, mediante una empresa o a través de un trabajador por cuenta propia, su misión es clara: facilitarnos la vida redactando de forma clara y correcta el audio de una conversación, conferencia, monólogo, entrevista, o similar. Un trabajo que a todo aquel que no sea profesional podría llevarle una eternidad.
Así pues, especialmente en las esferas relacionadas con el mundo de la comunicación, la transcripción de audio es un avance capaz de acabar con la resistencia de hasta el nostálgico más empedernido. Y lo es por varios motivos.
AHORRA TIEMPO
Porque, al final, en estas mismas sociedades en las que una parte reniega del progreso, hay algo que nos une a todos: la falta de tiempo. Ante ello, la externalización de la transcripción de audio a texto le ahorra al que lo necesite un tiempo precioso.
Por un lado, un profesional de la transcripción puede realizar dicho trabajo en un tiempo mucho menor. Y, por otro, ese tiempo se puede invertir en otra tarea. Lo que se llama un win-win.
EVITA ERRORES
Esas mismas prisas y necesidad de abarcarlo todo hace que, en numerosas ocasiones, nuestro trabajo esté plagado de errores. Y, en ese sentido, la transcripción de audio a texto también puede servir como un cortafuegos.
Al confiar en un profesional que se ha enfrentado a todo tipo de transcripciones, la calidad está garantizada. Algo que no puede asegurar una persona que no se dedique a ello a tiempo completo.
Y DELEGAR SIEMPRE ES UNA BUENA OPCIÓN
Y, por último, porque esto también es un avance que hemos tenido en los últimos años a la hora de cómo afrontar nuestro trabajo, hay que tenerlo claro: delegar siempre es una buena opción. Porque, ¿quién quiere pelearse con la transcripción de un audio necesario para la redacción de una entrevista cuando hay alguien que lo puede hacer mejor, en menos tiempo y sin errores? Quizás algún nostálgico lo prefiera, pero te contamos un secreto: si algún día prueba un servicio de transcripción de audio a texto, es probable que cambie de idea.