Cerveza Azul | Entro en el bar y Loren, el dueño, me sonríe mientras sirve a un cliente una cerveza violeta. Si has leido bien: violeta. No duda en empezar a ponerme una pinta de su última creación, te va a gustar me dice. Le doy un sorbo y, efectivamente, sabe a cerveza. Ven, ven, me dice el Loren mientras me guía hasta el almacén. Tienes que verla con otra luz, me dice. La luz del almacén es blanco hospital, la cerveza ahora luce azul metalizado. Blue planet, chameleonic Apa, dice atropellando las palabras. Deduzco que entre ese batiburrillo de palabras están el nombre de la birra y el estilo. Estrafalario, no esperaba menos.
El bar se va llenando de conocidos y curiosos. Los parroquianos habituales celebran el azul invento pidiendo una detrás de otra. Los que entran al bar por primera vez quedan gratamente sorprendidos. Es azul natural, dice una y otra vez el Loren. Es un color nada fácil de conseguir, advierte. Así es, seis años ha tardado este cervecero en encontrar la receta para conseguir el ansiado color. Una flor llegada de China ha sido la pieza que le faltaba al puzzle. Todo empezó cuando bebía una cerveza verde (Magic ghost) y ahora sonríe orgulloso.
Ahora te falta hacer una roja y así podrás hacer el brindis blaugrana, para brindar por Valverdito, le dice alguien. No me lo nombréis a ese hoy que estamos de celebración, contesta torciendo el gesto. Nemesis es un bar recién abierto cerca de la Estación de Sants por un culé de los que sufre de verdad. El Barça y la cerveza artesana, sus dos grandes amores fueron la inspiración para montar este bar donde poder hacer, como él dice, las cosas bien. Precios razonables, para lo que es el mundillo de la artesana, y pantallas para poder ver los partidos desde cualquier lugar. Barcelona es una ciudad donde no paran de abrir y cerrar sitios que buscan pegar el siguiente pelotazo. Por eso, es de agradecer cuando alguien emprende un proyecto desde la pasión. Porque al final lo importante no es que sea cerveza azul, sino que está buena.
