Diego Armando Maradona ha fallecido este miércoles a los 60 años víctima de un paro respiratorio. Una semana después de su último cumpleaños.

Barcelona Hoy | Diego Armando Maradona, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos ha fallecido hoy a los 60 años de edad por un paro respiratorio, cuando solo había pasado una semana de su cumpleaños. Ha muerto en su casa de San Andrés, en la localidad de Tigre.

El astro argentino fue operado de un edema cerebral y milagrosamente todo salió bien. Nápoles, Bueno Aires y Barcelona hoy lloran su muerte. Todo el planeta llora su muerte. Su cuerpo no ha podido más. Demasiados años de excesos, drogas, alcohol, malas compañías y nocturnidad. En su última aparición como entrenador del Gimnasia aparentaba ser un anciano de 80 años.


En sus últimos días solo podía caminar ayudado por dos auxiliares (las secuelas de haber llegado a pesar 120 kilos) y su adicción a la cocaína le pasaron factura. Los sangrados estomacales eran cada vez más habituales y su corazón apenas bombeaba a un 30% de su capacidad normal. Tenía graves problemas con el alcohol y sus rodillas habían pasado por varias operaciones (y su tobillo desde aquella famosa entrada en España).

Conmoción mundial por la muerte de Maradona

Su muerte ha causado en Argentina y en el mundo entero un revuelo similar al que tuvo la muerte de Kove Bryant en Estados Unidos. Argentina ha decretado tres días de luto oficial y Pelé ha dicho en las redes sociales: «Un día espero que podamos jugar con el balón juntos en el cielo».

Maradona fue para Nápoles y Argentina (e incluso para España en su momento) una figura que excedió los límites del deporte para convertirse en el símbolo de una ciudad (Nápoles) y un país (Argentina). Su nombre era algo parecido al mesías de los pobres, alguien hecho a sí mismo. Nacido en la extrema pobreza, fue capaz de hacer milagros con el balón, cosas que otros ni siquiera creían que se pudieran hacer. Pasó de lo más bajo a lo más alto, y de lo más alto a lo más bajo. Todo a vista de todos.

Maradona en los premios de la FIFA en Londres (2017)
Maradona en los premios de la FIFA en Londres (2017)

Dentro del campo su modo de juego solo se puede calificar como magia, pero fuera le pesaban la dependencia de drogas, la hipertensión, las apneas de sueño, una nueva diabetes, anemia, enormes resacas, episodios de confusión mental y miccionamiento incontrolado. En varias ocasiones estuvo apunto de morir y los médicos lograron reanimarle, la primera en 1997, entonces ya dijo tener una «línea directa con Dios».

Maradona sentía que nadie le había podido acompañar en su escalada al estrellato: «de una patada fui de Villa Fiorito a la cima del mundo y ahí me la tuve que arreglar solo» dijo.


La muerte le llegó mientras estaba recluido por el coronavirus. Estaba cansado y deprimido, acostumbrado a constantes traslados en ambulancia, y la perenne presencia de fanáticos seguidores a las puertas de su casa y de los hospitales donde se realizaba operaciones. La última en una clínica de La Plata, donde trabajaba como técnico del Gimnasia.

Maradona, eterno melancólico

Alfredo Cahe, quien fue su médico en los años 90, dijo de él que sería por siempre un «depresivo crónico». El fallecimiento de sus padres Doña Tota. en 2011 y Don Diego en 2015, acabaron por desestabilizarle. En sus últimos tiempos ya no hablaba en público, solo por Instagram, y la redacción corría a cargo de sus ayudantes.

Maradona en 2020
Maradona en 2020

Claudia Villafañe, su exmujer, fue el tormento de los últimos años de su vida. Tardó mucho tiempo en reconocer a su hijo y discutía a menudo con sus hijas.

Maradona siempre fue muy combativo con los poderosos. No se mordía la lengua, pero nadie le podía callar porque hablaba en el campo. Era una figura legendaria, respetada, odiada y amada a parte iguales, incluso por la mafia italiana. En el final de su vida no fue un ejemplo para la gente joven, pero su sombra es demasiado alargada para olvidarse de ella.

Intentos de dejar el fútbol antes de venir al FC Barcelona

En 1981 Maradona sufría los estragos de ser una figura pública en la Argentina de los 80. Dijo «Me estoy cansando, cada día me saturo más, no aguanto más. Quiero largar el fútbol. Cumplo el contrato con Boca y dejo el fútbol por un tiempo», pero apenas unos meses después fichó por el FC Barcelona.

En Cataluña Maradona conoció por primera vez las drogas, entonces muy populares entre la juventud. Corría el año 1982, siempre acompañado de docenas de amigos que se trajo a vivir con él desde Argentina.

México 86 y Diego Armando Maradona

El 22 de julio de 1986 en Ciudad de México, marcó dos goles a Inglaterra. El primero es el mejor gol de todos los tiempos, y el segundo una clarísima mano, que debería haberle causado la expulsión, pero que más tarde se conocería como «la mano de Dios». La guerra de las Malvinas, que enfrentó a Argentina y al Reino Unidos todavía estaba reciente, por eso aquello supuso poco menos que su alzamiento a los altares. Un héroe nacional al máximo nivel.

El gol conocido la "mano de Dios", por haberlo conseguido con la mano. El portero se llamaba inglés Peter Shilton.
El gol conocido la «mano de Dios», por haberlo conseguido con la mano. El portero se llamaba inglés Peter Shilton.

En octubre de 1986, tuvo a su primer hijo, de forma extramatrimonial. Tardaría décadas en reconocerle.

La cocaína estuvo a punto de costarle la vida en Uruguay en el año 2000 y en Cuba en 2001. Más tarde dijo refiriéndose al general José San Martín (héroe de la independencia argentina) que falleció en 1850 en Francia. “San Martín se tuvo que ir a morir afuera, pero yo me quiero morir en mi país”. Al menos eso se cumplió.

Guillermo Andino al ser el primero en dar la noticia de su muerte en televisión.
Guillermo Andino al ser el primero en dar la noticia de la muerte de Maradona en televisión.

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