Las ventas online en España aumentan exponencialmente

Los comercios locales y los pequeños negocios son los más golpeados por la crisis causada por la pandemia. A pesar de que todavía muchos se sustentan, están a un paso de la quiebra y requieren de ayuda externa para mantenerse. Lo bueno es que sí ha habido herramientas digitales e iniciativas sociales que han sido apoyo para estos casos.


Ya desde hace algún tiempo, estas pequeñas empresas pasaban por una temporada no tan buena a nivel económico. Las compras digitales se habían popularizado tanto para el momento que significaban la mitad de las compras totales en España. En este aspecto, los negocios pequeños se vieron muy vulnerables.

Ya era difícil competir cuando 4 de cada 5 españoles buscaban sus productos por Internet, y al menos la mitad de las veces, decidían comprarlos por este medio. Esto tuvo un fuerte impacto negativo en la economía del barrio, al no poder competir con las grandes marcas que abundan en la red.

Aún así, siempre tuvieron esta ventaja de que los negocios locales están allí, al alcance de quien quiera verlos. No cuesta nada caminar un par de manzanas para adquirir algo, aunque dejó de ser una práctica tan común. El problema más grave vino cuando cambió el panorama mundial al imponerse medidas sanitarias.

Medidas sanitarias e Internet

Las medidas sanitarias implican distanciamiento social y aislamiento, por lo que las calles se vaciaron con gran rapidez. En apenas unos pocos días, la solución que se vio para seguir adelante con la vida comercial fue obvia: había que comercializar por Internet. El problema de esto es que ya estaba establecido a quién comprar porque las grandes marcas estaban consolidadas desde hace tiempo en la red.

La falta de tráfico de peatones fue un golpe muy duro para los comercios locales. El mayor potencial de sus ventas es justamente cuando las personas pasan frente a ellos, por lo que su funcionamiento depende casi exclusivamente del tráfico peatonal, e incluso el trato directo con el cliente.

Estos dos últimos factores se vieron prácticamente eliminados. El aislamiento hizo que las calles se vaciaran con rapidez, y el trato tuvo que dejar de ser cercano para mantener la distancia social con los pocos clientes que siguieron acudiendo. Esto complicó las ventas, a tal punto en el que la situación se vio insostenible en muy poco tiempo.

La estrategia a tomar fue bastante clara entonces: había que mudarse al ámbito digital. Esto permitiría que las personas pudieran comprar en los locales que se veían menos accesibles que las grandes compañías, a pesar de estar a la vuelta de la esquina. Y es aquí cuando entraron en las redes sociales para evitar competir con los grandes, cuyo mayor volumen de negocio ocurre en sus propias páginas web.

La adaptación

El proceso también fue bastante complicado. Había que hacerle ver a las personas que los locales también tomaban las medidas sanitarias, tal como lo hacen los grandes negocios. La economía digital tuvo un rol importante en este aspecto, ya que el trato con los clientes tuvo que modificarse para hacerles llegar este mensaje. Lo bueno es que tuvieron efecto, aunque costó bastante.

Esta adaptación duró varios meses para algunos locales. Era muy difícil compararse con las grandes compañías a las que ya los usuarios estaban acostumbrados a comprar por Internet, pero a los negocios que están cerca de sus hogares. Esto orilló a muchos a acudir a entidades financieras como Wannacash.es en búsqueda de una solución financiera a corto y mediano plazo.

Al final, llegó una nueva normalidad en la que ahora no es nada raro hacer la compra online, a pesar de que la tienda esté a un par de metros de tu casa. Eventualmente, las personas también decidieron hacer esto para salvar la economía de los locales de sus barrios, y la buena voluntad ha tenido su efecto.

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