La asociación Salvemos Querroig, una entidad que agrupa a voluntarios de ambos lados de la frontera entre Francia y España, lleva años tratando de que se inicien las obras para dignificar las ruinas del castillo de Querroig sin conseguirlo. Este castillo situado en la cresta de la Albera, se encuentra en estado de abandono y cada año los restos se van deteriorando. No es precisamente el castillo de Olite (que merece mucho la pena) pero vale la pena.
Stéphane Drouet, presidente de la asociación Salvemos Querroig ha iniciado una campaña de micromecenazgo para financiar la reconstrucción, pero el problema es que lo que queda del castillo se encuentra justo en la línea fronteriza entre Francia y España, entre los términos municipales de Portbou y Banyuls y Cerbère (el Rosellón), obligando a multiplicar las gestiones entre administraciones de ambos lados de la frontera para autorizar las obras.
Una representación de Salvem Querroig acompañada del alcalde de Portbou, Xavier Barranco, se ha reunido recientemente con los servicios territoriales de Cultura en Gerona, con Jordi Domeque, subdirector del patrimonio arquitectónico y arqueológico, para abordar las dificultades administrativas y jurídicas del proyecto. La intención es ramitar un convenio de trabajo entre el departamento de Agricultura, propietario de parte de los terrenos, y la asociación. Una gestión similar se ha tenido que hacer con la administración francesa cuyo límite exacto nadie es capaz de asegurar, pues en principio la frontera pasa exactamente por la torre del castillo.
Castillo patrimonio de la Unión Europea
En 2017 los vestigios del castillo y de la torre de Querroig fueron inscritos oficialmente en el registro de los monumentos históricos de Francia. España no ha hecho lo mismo.
Lo más seguro es que España ceda y sea finalmente una empresa francesa la que se ocupe de iniciar las obras. Según las negociaciones el proyecto deberá ser validado por un arquitecto español a través del Ayuntamiento de Portbou.
«Es un proyecto único y singular, por el que llevamos trabajando diez años»
«Es un proyecto único y singular, por el que llevamos trabajando diez años», afirma Drouet. Aparte de dignificar el paraje y consolidar las ruinas, la asociación quiere trabajar para que obtenga el sello del primer bien cultural transfronterizo.
El decreto de inscripción justifica que estas ruinas constituyen un paraje arqueológico de interés europeo, por su ubicación justo sobre la frontera entre Francia y España y por el interés del conjunto de la fortificación. Sobre las ruinas del castillo se edificó una torre de vigilancia los siglos XIV-XV, que no se sabe a ciencia cierta si pertenece a Francia o a España, como tampoco se sabe si fue construida por el ejército español o el francés.
La mayor parte de las ruinas pertenecen al municipio de Portbou, si bien su extremo norte corresponde a Banyuls sur Mer y Cerbère. Para acceder a las ruinas del castillo hay que tomar la pista forestal que, partiendo del camino de los Belitres, pasa por el camino del Fraile y el de Rumpissar .
Historia del castillo de Querroig
El monte sobre el que se encuentran los restos del castillo se menciona en el año 981 (podio Cariorubio) como límite de un alodio del conde Gaufred de Empúries. La historia del castillo, propiamente, no se conoce mucho. Se encuentra documentado en 1385 (castrum de Carroig). Las ruinas conservadas parecen corresponder a una construcción de los siglos X-XI, probablemente iniciada desde iniciativa del lado español.
Descripción del castillo de Querroig
Los restos que se conservan del castillo, muy deteriorados, indican que se trataba de una construcción de planta bastante singular, con muros de trazado sinuoso. Se puede datar en los siglos X-XI. El recinto, según los tramos conservados, debía seguir la forma del plano superior del monte. En medio de esta planta definida están los restos de una gran torre del homenaje de planta rectangular muy alargada.
El estado de los muros es bastante desigual. Hay tramos que llegan a la altura de 5 m, al este, y otros que apenas se puede ver el rastro. En el tramo de muralla más grueso de los conservados se puede ver una hilada de aspilleras altas y estrechas. Está construido con losas de pizarra del mismo terreno geológico. Son de pequeñas dimensiones y dispuestas irregularmente, lo que le da una apariencia rústica. Los sillares esquineros, así como los que configuran las aspilleras, están bien cortados y hechos con piedra de granito, esto hace que destaquen por su coloración más clara. La planta que definen los muros es bastante singular, debido a la forma del terreno y de la función defensiva del conjunto.
La Torre de Querroig
Fue construida sobre las ruinas del castillo, concretamente sobre los muros en ruinas de la torre del homenaje y de la muralla del castillo. Es una torre de vigilancia cilíndrica, construida con piedras grandes desbastadas y ligadas con mortero. El muro es bastante grueso, pero sólo se conserva en una altura máxima de unos 7 m, ya que ha perdido los pisos superiores. En el interior está cubierto por una bóveda semiesférica. Fechada de los siglos XIV-XV. Y como hemos dicho, no se sabe si lo construyó el ejército francés o el español.
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En los siglos XIV y XV ni existia ejercito español ni el estado. Tampoco la frontera pasaba por donde pasa ahora, era bastante más al norte y era la frontera entre el Reino de Aragón y el Reino de Francia.