En una reciente encuesta realizada por nuestro medio, en el que se preguntaba a nuestros lectores cuál debería ser la actitud del gobierno con respecto a los políticos presos catalanes, la respuesta ha sido contundente: Un 1% opina que debería concedérseles el 2º grado, otro 1,5% cree que debería ser mejor un 3º grado, un 5% cree que hay que indultarlos directamente, y un abrumador 92,9% vota por dejar que cumplan su pena, como el resto de delincuentes comunes.
¿Qué debería hacer el nuevo gobierno respecto a los políticos presos catalanes?
— Barcelona Hoy (@BarcelonaHoy_es) January 24, 2020
Probablemente el voto del conjunto de la población de Cataluña, teniendo en cuenta la movilización del independentismo, sea más proclive al indulto, o en cualquier caso, menos proclive a no concederles algún tipo de reducción en la pena, pero según nuestras estadísticas internas una amplia mayoría de los lectores de Barcelona Hoy vive sobre todo en la ciudad de Barcelona o en su área metropolitana, cuyo voto y opinión suele diferir del de las comarcas del interior de Cataluña.
Uno de los motivos por los que mucha gente se decanta porque los políticos presos catalanes cumplan íntegramente su pena es que ellos mismos han advertido que tan pronto salgan de la cárcel volverán a tratar de dar otro golpe de estado, como ya advirtiera Cuixart durante el juicio del intento de golpe de estado del 1 de octubre, o como amenzó hace una semana Oriol Junqueras en el parlament de Cataluña en la comisión del 155.
«Barcelona parece latir a un ritmo diferente al resto de Cataluña»
Esta encuesta es la enésima ocasión en la que se demuestra que la ciudad vibra a un ritmo diferente que el resto de Cataluña. Hace apenas unos días el ayuntamiento de Barcelona solicitó oficialmente por mayoría absoluta que la ciudad condal asumiera el coliderazgo (la cocapitalidad) de España , con iniciativas concretas como el traslado del Senado de Madrid a Barcelona.
Fue una propuesta de Manuel Valls pero apoyada por los comunes, el PSC, Ciudadanos y el PP. Esquerra no votó en contra, se abstuvo.
La mayoría de las 7.400 empresas que han abandonado Cataluña desde el 1 de octubre, la mayoría estaban asentadas en el área metropolitana de Barcelona
La fuga de empresas en 2017 fue de 2.536, en 2018 se contabilizaron 2.359 salidas y la cifra de 2019, a falta de los datos definitivos (pero teniendo en cuenta los 9 primeros meses), es muy similar a la de los años anteriores. Un total de 7.400 empresas catalanas han sido víctimas del procés.
Muchas de las grandes empresas que han tenido que marcharse de Cataluña como Banco Sabadell, Caixabank, Gas Natural, Abertis, Inmobiliaria Colonial, Cellnex, Montefibre Hispania, Axel Hotels, Fujifilm, Luxottica, Schibsted Media Group, Puma, Grupo Zurich Insurance, Bluesun, Bimbo, La Bruixa d’Or, Stada, Invacare, Pastas Gallo, Codorniú, Axa España, Grupo Planeta, Catalana Occidente, Aguas de Barcelona, Torraspapel, Grupo Indukern, Oryzon, Bakery Donuts, Criteria, Adeslas, Naturhouse, Codorníu, Service Point, Ballenoil o Dogi han pedido en público y en privado iniciativas encaminadas a asegurar la permanencia de Barcelona en España.
Se sabe que se está trabajando en un nuevo partido, que se presentará próximamente, que tendrá como objetivo dotar a las áreas metropolitanas de Barcelona y de Tarragona de más autogobierno con objeto de protegerse de los efectos nocivos del procés.