Pedro Sánchez Pérez-Castejón
Pedro Sánchez Pérez-Castejón

Si razonamos las acciones que éste gobierno felón ha llevado a cabo y amenaza con continuar en su deriva, cabe preguntarse si el voto que se repartió en las pasadas elecciones, realmente proyectaba la componenda de un gobierno que amenazaría la estabilidad territorial, social y económica.

El voto socialista se obtuvo al amparo de un programa electoral y un discurso totalmente contrario a la realidad presente.


Pedro Sánchez Pérez Castejón ha transgredido su compromiso con los electores

Todo ello lleva a la conclusión que el gobierno puede ser que sea legítimo con la suma de los escaños, que no de los votos. En cualquier competición no siempre gana el primero, que lo es por llegar antes que ningún otro. Terminad el torneo, es comprobado por los jueces (S.M. el Rey) nombrados para garantizar que la victoria se ha conseguido respetando las normas, reglamento o ley que obliga a todo participante. Solo así, se le reconoce como vencedor. En el caso de haber quebrantado alguna de las reglas establecidas, es relegado del podio y puesto en su lugar al siguiente, ese sí, verdadero triunfador por haber respetado la limpieza del juego. 

Sánchez: «No dormiría tranquilo con Podemos en el gobierno»

Los programas electorales muestran la letra del contrato al que está dispuesto y comprometido quien lo lidera avalado por su partido. Ese es el compromiso adquirido y refrendado en los debates públicos reclamando para sí, el voto del ciudadano.


Soy lego en derecho, doy por supuesto que no hay Ley que exija el cumplimiento estricto de lo que se refleja en un programa electoral y hasta lo puedo entender, desde el punto de vista que no se trata de una ciencia exacta estando sujeta a las vicisitudes derivadas de cientos de circunstancias desconocidas o sobrevenidas. Si entendemos que los políticos elegidos en unas elecciones generales, o cualquier otra, de alguna forma son trabajadores públicos contratados por los ciudadanos por un tiempo máximo de cuatro años, están igualmente sujetos como cualquier otro trabajador, al principio de la buena fe contractual.

En éste caso queda claro que el presidente del Gobierno de España; Pedro Sánchez Pérez Castejón, ha transgredido su compromiso con los electores, al hacer el día siguiente de ser reconocido como vencedor de las elecciones generales, lo contrario de lo que suscribió y prometió en sus arengas públicas.

¿Mintió Pedro Sánchez al Rey?

Pedro Sánchez estrecha la mano de Oriol Junqueras
Pedro Sánchez estrecha la mano de Oriol Junqueras

Otra cuestión a valorar es si Pedro Sánchez también mintió a S.M. El Rey, en su reunión previa al encargo, quedando de manifiesto que mintió a sus votantes con la única e indudable voluntad de hacer lo contrario de lo propuesto.

¡Atención Jueces y fiscales! ¿Cumple el Gobierno con la «Buena fe» contractual… o ha obrado de mala fe manifiesta?

Hay ya, no habiendo transcurrido siquiera cien días desde su toma de posesión, indicios suficientes de su deslealtad a los ciudadanos que le prestaron su voto. Su penúltima felonía se consumó el día 26 de febrero, cuando tuvo lugar el encuentro anunciado por el Gobierno de la Nación en el que se rinde pleitesía a la Generalidad de Cataluña.

Reunión de Pedro Sánchez y Quim Torra en Barcelona hoy.
Reunión de Sánchez y Torra

El caluroso y protocolario recibimiento de los representantes del gobierno de España a sus invitados, entre quienes se encontraba; un inhabilitado actuante como representante del «prófugo»; el representante directo del delincuente; Junqueras, junto con otros miembros de la, otrora criminal ERC y el cerebro del proyecto secesionista hoy procesado, dieron un paseo por los jardines de Moncloa a modo de relajación, antes de la pamema en la que se iba a parodiar una negociación entre gobiernos de igual a igual…


Todos los políticos presos ya están en la calle

Sabemos que la reunión obedece al tributo impuesto por los secesionistas catalanes con la total anuencia de los comunistas socios del gobierno presidido por el «doctor plagio». Inadmisiblemente se va a hablar de temas como la liberación de los políticos presos así como del derecho de la autodeterminación de Cataluña y cualquier otro interés secesionista que surja durante la inefable reunión.


Sobre lo primero el día siguiente ya podíamos leer en la prensa que la Generalidad, concede tres días libres a dos más de los delincuentes encarcelados, entre ellos el principal reo de haber cometido el delito de Rebelión… ¡Ay, perdón!, quiero decir Sedición. Cabe preguntarse si los abogados de los miles de presos comunes que alucinan con la medida, están haciendo bien su trabajo, ya que son medidas que claramente diferencian el status del insurrecto.

Raül Romeva disfrutando de un permiso
Raül Romeva disfrutando de un permiso

Respecto del segundo tema, el solo hecho de plantearlo a espaldas del Congreso de los diputados ya es un descrédito del gobierno, pero eso ya lo tienen asumido. Lo realmente grave es, el enorme menosprecio hacia los ciudadanos ya que está siendo pisoteada la representación de su soberanía.

Los españoles asistimos anonadados, cuando escuchamos al presidente del Gobierno de España, adoptar el lenguaje secesionista en el que la Constitución deja de nombrarse para titularse «seguridad jurídica». Se puede pensar que tan solo se trata de modificar utilizando un tibio juego de palabras, a lo que es el marco jurídico que nos une. Contribuir recurriendo con la locución del que se ha proclamado abiertamente enemigo de España, es tanto como aliarse a él y eso tiene un nombre: TRAICIÓN.

Los pactos inconfesables entre Gobierno y separatistas

Los mossos reciben amenazas para no impedir que Torra ocupe su escaño.

Tratando de analizar el interés recíproco que pueda existir en el ridículo montaje de lo que se ha dado en denominar «la mesa bilateral», es fácil encontrarlo. Por una parte el infiel gobierno de España, necesita de la colaboración parlamentaria de los secesionistas, terroristas, nacionalistas; cántabros, gallegos, vascos y canarios, sin olvidar al partido turolense.

A los secesionistas catalanes, los contenta con la mesa y la utópica posibilidad de negociar la autodeterminación e incluso la amnistía, cuando ninguna de las dos opciones depende del gobierno y menos de sus adláteres. Los secesionistas lo saben, pero les es útil para mantener a su parroquia con la llama encendida, no obstante, sí, recogen beneficios económicos y otras inconfesables concesiones jurídicas, por medio del control del ministerio afín.


Los nacionalistas vascos, consienten —de momento— con transferencias de control económico que suponen un agravio frente a otras regiones de España, que callan y consienten despreciablemente sin movilizarse, tan solo quejas babeantes ante los medios. Los terroristas representados vergonzosamente en el parlamento español, acatan ante promesas de beneficios penitenciarios a sus correligionarios.

El resto de grupos nacionalistas, reciben alguna migaja que les permita mantener el voto en su región y al mismo tiempo su modus vivendi. Respecto del representante turolense, le basta con mantener los contratos con la administración.

Delgado destituye al abogado del Estado que defendió acusar por rebelión en el juicio del «procés»

En definitiva, estamos ante unos trileros que en esta ocasión la bola la esconden bajo el cubilete del «Coronavirus», para distraer al respetable y silenciarlo con mascarillas. La pandemia se alía con los malabaristas de la política felona, retirando el gravísimo hecho de las aperturas de los telediarios.


Y… qué hacemos mientras los ciudadanos, la plebe, los que en definitiva somos quienes elegimos a nuestros políticos.  ¡Nada! Ponemos el grito en el cielo y solucionamos en petit comité, todos los problemas que nos atañen. Por otra parte se preguntará; ¿Qué puedo hacer, yo? Pues por ejemplo estudiar la historia del socialismo español, es fácil, no hay que buscar mucho, continúan denominándose exactamente igual a cuando asesinaban y delinquían desde el gobierno; Partido Socialista Obrero Español, compare el atavismo que vivimos, y vote usted en consecuencia.

Memoria de los crímenes del PSOE

España vive en una continua nube, expuesta a políticos de toda condición e ideología con intereses espurios y partidistas. Ya tenemos suficiente experiencia para saber lo que hacen los gobiernos de izquierdas y centro derecha. Los primeros arruinan la caja común, los segundos nos sacan la boca a flote, pero ambos son culpables de haber pactado con los nacionalistas hoy secesionistas.


Qué tiene la Generalidad de Cataluña que siempre, siglo tras siglo, conduce al reino de España a un enfrentamiento territorial. Estamos ya cansados de escuchar la referencia al «hecho diferencial» que siempre aluden los independentistas y nunca aclaran en qué consiste, salvo la tenencia de un idioma propio. Todo ello se debe a la continuada magnanimidad de los representantes del reino, sin excepción.

Antes el Rey emérito y ahora el Rey regente, permitió y permite que el jefe de gobierno de turno, consienta a separatistas vascos y catalanes, éstos especialmente, todo tipo añagazas que antes o después supone para sus territorios enormes diferencias con el resto de sus coterráneos, cuestión que termina siempre en Cataluña —van cuatro desafíos—, con la proclamación unilateral de independencia con sus algaradas callejeras.

La Constitución otorga al Rey, el papel de garante de la misma. Pues bien, es hora de plantearse si firmar todo papel que se le presente para ser publicado en el BOE, debe de ser firmado o por el contrario, exigir la lealtad que merecemos los españoles y dudo que encargar la formación del gobierno a Pedro Sánchez Pérez Castejón, fuese hacer cumplir la Constitución y prestar un servicio a España.

Para cambiar el futuro y dejar a nuestros herederos algo más que una nación estéril, enfrentados unos con otros, y desprotegidos al albor de quien será el siguiente inquilino de la Moncloa, debemos ir pensando en cambiar todo lo que se ha demostrado que no funciona de nuestra Constitución; Autonomías, Ley electoral entre otras, e incluso ilegalizar aquellos partidos con pasado truculento y por qué no, exigir a Su Majestad El Rey Don Felipe VI, que ejerza fielmente su papel de defensor de la Constitución y en nombre de todos los españoles alce su voz y exija el respeto que merecemos.

Apreciado lector, no pasa nada por reclamar lo que nos pertenece y es justo. Ahora le toca a usted, opinar. Gracias.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor, deja tu comentario
Por favor, introduce tu nombre aquí